La anterior concejala de Medio Ambiente es ahora directora del Cementerio de San Miguel, un puesto de nueva creación por decisión del alcalde, para ayudar a recuperar este rincón del Patrimonio histórico artístico y sentimental de Málaga. En dos semanas comenzará una importante rehabilitación que se centrará en la capilla, el muro que rodea al camposanto y los pabellones exteriores.
Abogada, periodista, concejala del CDS de 1987 a 1991 y de Medio Ambiente con los populares en la anterior legislatura, ahora dirige el Cementerio de San Miguel y aunque tiene un despacho en el Ayuntamiento, no deja de visitar el famoso camposanto en cualquier momento de la semana. Ayer, antes de la entrevista, estaba mostrando las novedades al presidente de la veterana Asociación de Amigos del Cementerio de San Miguel, José Luis Cabrera.
¿Existía antes una dirección específica del Cementerio de San Miguel?
No, lo decidió el alcalde, hasta ahora no había un director del Cementerio de San Miguel. Cuando terminó la anterior corporación me llamó y me lo propuso. Fue una decisión suya.
De dirigir el Medio Ambiente de Málaga a la recuperación de un cementerio. ¿Lo considera un paso atrás?
Mi vocación política es antigua y siempre me ha interesado el patrimonio de Málaga. Yo creo que en el servicio a la ciudad da lo mismo dónde te coloquen. Cuando eres concejala tienes la posibilidad de actuar más rápidamente pero del trabajo que tengo estoy mi satisfecha porque el alcalde está muy involucrado y para cualquier actuación él está siempre disponible. Yo creo que no hay trabajo pequeño, depende de ti, de cómo lo puedas valorar y mostrar a la gente.
¿Cómo es la coordinación con Federico Souvirón, el gerente de Parcemasa?
Nos conocemos desde hace muchos años y tenemos una buena coordinación, además él también tiene mucha sensibilidad por estas cosas.
¿Cuál es el estado de salud del Cementerio de San Miguel y qué está haciendo para mejorarlo?
Creo que el estado de salud es bueno, aunque por supuesto es mejorable. Lo que hemos estado haciendo de momento son pequeñas reparaciones y fundamentalmente crear una base de datos específica porque a lo mejor necesitamos requerir a los propietarios de un panteón que lo reparen porque está en malas condiciones y son labores lentas y pesadas –en los panteones privados no podemos intervenir y deben ser los propietarios quienes los hagan–. También estamos restaurando algunos libros antiguos del Cementerio de San Miguel que estaban guardados en Parcemasa, con datos de todo tipo desde el primer día de la construcción de los panteones.
¿Existe actividad en el cementerio?, a pesar de su antigüedad, ¿se pueden hacer enterramientos?
Puedes depositar las cenizas de tus familiares en el panteón de tu familia. No hay muchos casos últimamente pero sí algunos. Lo que sí estamos tratando es de que sean estrictamente familiares.
Una de las cosas que ha hecho ha sido limpiar la capilla.
Hemos eliminado muchas cosas que había en la capilla, retirado varios objetos, cuadros que colocaba la gente y muchas flores que había.
¿La capilla es privada o del Ayuntamiento?
Es del Ayuntamiento. Cuando los Heredia construyeron su panteón, la capilla estaba en muy mala situación, esta familia la restauró y a cambio el Ayuntamiento le cedió el sitio. El panteón de los Heredia también hay que repararlo y nos estamos moviendo para que la familia conozca los desperfectos más importantes y empiecen a moverse para restaurarlo. Muchas veces el problema que existe es que los panteones están divididos entre muchas personas. Por eso nuestra base de datos nos sirve muchísimo para contactar con todas las partes y enviarles una carta pidiéndoles que se pongan todos de acuerdo. Ya hemos hecho varios envíos.
¿Quedan muchas zonas por restaurar?
La zona que está peor es la de detrás de la capilla, delante está más o menos bien. Calculo que en quince días van a comenzar unas obras que va a darle a la gente otra visión, será un cambio absoluto. Para empezar de la capilla se va a picar toda la parte de fuera y se va a restaurar. Además, uno de los dos cuerpos que acompañan a la capilla recuperará su espadaña, que la había perdido. Se va a quedar muy bien y dentro, como dije, le hemos hecho una limpieza importante. Además la encalaremos por dentro y volverá la estatua de San Miguel, que ha estado restaurándose porque se había dañado. También estoy detrás para que de vez en cuando se celebre misa, algo que el obispo está estudiando. En la entrada a la capilla pondremos un par de cipreses, pero sin que interfiera con la fachada. Creo que cuando esté arreglada cambiará mucho.
¿Le tocará el turno al muro exterior?
Sí, se restaurará toda la parte de fuera: además del muro, los pabellones que hay al lado, techos incluidos.
La asignatura pendiente sería la plaza del Patrocinio, un enorme aparcamiento al aire libre con una fuente del Tempus Fugit convertida en vertedero y una cruz conmemorativa del XVII destrozada.
Con la fuente tengo buenas vibraciones y creo que se arreglará. Queda la ordenación de la plaza porque aquí si viene un autobús no puede. Hemos arreglado unos bancos exteriores con los coches metiéndose por encima. Lo importante cuando llegues aquí es que te atraiga un poco y no como está ahora. La idea es que se pueda visitar con comodidad, transmitiendo el mensaje de que la gente que hizo este cementerio fue culta y que lo seguimos siendo. El alcalde tiene muchísimo interés en que se haga, el arreglo del cementerio es una decisión suya y a mí me parece una decisión magnífica.